Cuba contra el bloqueo: Poesía de lo cotidiano

13/10/2019 09:17

A un pueblo menos perseverante que el cubano hace mucho tiempo ya se le habría “caído el alma del cuerpo”, pero aquí los sueños de renovación y avances siguen gravitando nuestras aspiraciones cotidianas. De ahí que la arteria principal del municipio Diez de Octubre persiste en la memoria colectiva desde los inmortales versos de Eliseo Diego:

“En la Calzada más bien enorme de Jesús del/ Monte/ donde la demasiada luz forma otras paredes con/ el polvo/ cansa mi principal costumbre de recordar un/ nombre/ y ya voy figurándome que soy algún portón/ insomne/ que fijamente mira el ruido suave de las sombras/ alrededor de las columnas distraídas y grandes/ en su calma.

(…) Calzada, reino, sueño mío/ de veras tú me comprendes/ cuando la demasiada luz forma/ nuevas paredes con el polvo/ y mi costumbre me abruma/ y en ti ciego me descanso”.

Los daños que nos infringe el bloqueo yanqui son cuantificados cada año por Cuba, y sus altas cifras estremecen por las secuelas incluso letales a partir de un medicamento que se deja de comprar. Esas duelen más que otras, sin embargo, el propósito de la virulencia imperial se sabe que se asienta en querernos doblegar el espíritu para que también ninguna poesía nos impulse en la batalla diaria. Y es ahí donde igualmente se equivoca el Gigante de Siete Leguas, porque el verso habita en nosotros, impulsándonos a no rendirnos, a imaginar toda la belleza posible.

Así, en la localidad habanera que lleva por nombre nuestra primera fecha Patria, sus pobladores y gobierno municipal conjuran la maldición: frente a ese perverso plan de asfixiarnos levantan el suyo, que edifica y proyecta hacia lo inmediato una Calzada de Jesús del Monte más bonita y habitable.

Cubadebate conversó en exclusiva con Leonel Del Pozo Dinza, comunicador institucional del Gobierno de Diez de Octubre, sobre ese y muchos otros tópicos referidos a la gestión del Poder Popular en la base.

“El bloqueo ha afectado al municipio con daños millonarios, porque a partir de las propias necesidades de la población ha limitado la solución de los problemas en más del 80 por ciento. Por ejemplo, en nuestro patrimonio, ya que somos un área patrimonial, pero que está totalmente deteriorada por carecer de recursos suficientes. A pesar de todo, la hemos rehabilitado con nuestros propios esfuerzos, aunque no podemos cubrirlo completamente. Aquí entra la Calzada de Diez de Octubre.

“Nosotros no podemos acometer todas las tareas desde Vía Blanca hasta allá en la Víbora, en el enlace Sevillano, y reparar de lado a lado, porque eso conlleva un gasto que no disponemos debido a la persecución de las finanzas, y de los materiales que pudieran entrar al país. Hay entonces que trabajar sobre la base de una planificación a partir de los recursos propios. Es decir, no de lo que pudiera entrar, sino de lo que se tiene. De esta forma hay que hacer más con menos, y eso es complicadísimo”, refiere Del Pozo quien, no obstante las dificultades, desborda un optimismo contagioso.

“Para nuestra brillante Calzada también tenemos un proyecto diseñado”.

Frente a la duda de esta reportera sobre cómo agenciarse los peculios, enfatizó que en Diez de Octubre nada se improvisa: “A partir de la autonomía que está planteada en la Constitución para los municipios, donde cada uno tiene que gestionar su presupuesto, nosotros estamos pensando potenciar el turismo a través de mini industrias que generen ingresos.

“También tenemos proyectos que contemplan la potenciación de nuestras siete elevaciones (lomas) importantes como la emblemática Loma de Chaple con 66, 5 metros. Entonces, soñamos con siete miradores y con ese objetivo se están llevando a cabo estudios para hacer en ellas lugares de visita del turismo a nivel local.

“Además, contamos con varios espacios disponibles donde podemos levantar un hotel ya que no tenemos ese tipo de instalación. Igualmente se está analizando nuevos espacios recreativos específicamente para los jóvenes. Queremos recuperar un lugar conocido como El Asia, en el sector de la Víbora. Y por qué no, hasta nuestra propia Casa de la Música”.

El entrevistado señaló que lo que se vaya recaudando de esta forma irá a parar, en una buena parte, a los planes de recuperación de la Calzada amada por el poeta.

Por tanto, hay una visión de integralidad y de sentido del momento histórico: “La presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, Bárbara Maritza Agón Fernández (diputada a la Asamblea Nacional) insiste con el Consejo de la Administración en la necesidad de abrir nuestras puertas para aquel que quiera invertir en el municipio. Todas están de par en par para quien vaya a contribuir al desarrollo local”, enfatizó el comunicador institucional.

Un tornado de amor

El municipio de Diez de Octubre tiene una población de 206 mil 39 habitantes en un espacio de 12 kilómetros cuadrados, siendo uno de las zonas más densamente pobladas de la capital. Cuenta con nueve consejos populares y 94 circunscripciones. Se le conoce como municipio “dormitorio”, porque su gente sale a trabajar fuera de la zona y regresa, después, a descansar. Pero ese no es su principal problema.

Lo mayor insatisfacción recae en el tema de la vivienda, por su deterioro y daño a la estructura, le siguen los viales, el agua y la higiene comunal. El gobierno local no está ajeno a ellos, existe sintonía entre lo que plantea el elector y lo identificado desde el órgano de poder municipal.

Donde más impacta hoy el bloqueo en Diez de Octubre es en los domicilios. Si hoy pudiéramos construir los edificios que teníamos pensado se hubiera dado solución a los albergados. Y se hubieran resuelto definitivamente nuestros casos sociales”.

Muchos de esos asuntos persisten por carencias financieras. Como nada cae del cielo, allí ajustan constantemente las clavijas al ritmo de los sucesos. Experiencia de ese tipo fue sin dudas la incidencia del tornado, en enero de 2018.

Del Pozo rememora aquella nefasta noche que tanto se llevó en su localidad, pero al tiempo que hacía un recuento de lo perdido, también dijo sentir admiración y respeto por los suyos ya que “la conducta de nuestro pueblo fue ejemplar: todos nos unimos como uno solo. Nadie dejó de cooperar en lo que podía”.

Devela que “nos quedamos este año sin presupuesto a partir del tornado porque dicho evento meteorológico generó un gasto enorme. Ante los problemas hubo que dar, por supuesto, respuestas inmediatas, no se podía esperar. Ya el país, el Estado, lo ha ido retribuyendo. Y eso desmienten las falsas noticias con que quisieron dividirnos, sin lograrlo”.

“Tuvimos mucha solidaridad, desde todos lados: de las instituciones internacionales como el PNUD, la UNICEF, de países amigos. Igual dentro de la Isla nos llegaron cantidad de donativos, tantos que se han beneficiado en varias ocasiones a las familias damnificadas”, explicó.

Y a pesar de considerar que un fenómeno meteorológico siempre será rechazado por las calamidades que deja, Del Pozo afirmó que el tornado “les dio un empujoncito a las energías de Diez de Octubre: al amparo de las decisiones de la dirección del país se cogieron locales en desuso para ponerlos en función de construir viviendas. Y hasta esta fecha se han entregado alrededor de 500 y se siguen levantando nuevas, además de que continúan las labores de rehabilitación y reparación”.

“Se aprecia un panorama distinto totalmente como los casos de los consejos populares de Jesús del Monte, Luyanó y Tamarindo. Usted coge por la calle Mango y si compara al día posterior al tornado uno ve la sustancial recuperación. El material de la construcción ha estado al 100 por ciento en las viviendas programadas, aunque debemos reconocer que no siempre se ha trabajado con la rapidez requerida.

“Hay que añadir que a las familias se les entregaron televisores, refrigeradores, lavadoras, ventiladores, módulos de ropa, de cocina, colchones, sábanas, y muchos otros artículos de primera necesidad, y no siempre desde los almacenes del Estado, recibimos mucho apoyo del pueblo, de toda Cuba”.

Aprieta, pero no ahoga

Este servidor público es muy elocuente cuando se trata de enumerar la larga lista de la perversidades del vecino del Norte con incidencias también en Diez de Octubre. Su análisis es completo porque junto al recuento plantea una solución.

Al referir que “estamos seguros que sin bloqueo los estándares de vida de la población de nuestro municipio serían mejor, porque influye hasta en la natalidad, porque si usted es una mujer sin las condiciones que necesita entonces frena la decisión de parir ante la pregunta dónde vivir, cómo cubrir las condiciones básicas”, opone una lógica aplastante: “el esfuerzo que realiza el Estado cubano por incrementar los nacimientos es colosal. Y en ese sentido nuestra presidenta de la Asamblea Municipal tiene un plan para proteger y asistir a las madres con tres y más hijos, y también impulsar la llegada de nuevos niños y niñas”.

“El bloqueo incide asimismo en la construcción de nuevos espacios culturales, porque no contamos con el financiamiento de divisa para estas obras al no poder operar con dólares. Tenemos limitaciones en las rehabilitaciones de las farmacias, en un consultorio médico o en una escuela, porque los recursos mal alcanzan para levantar una fachada, un baño o una infraestructura pequeña, cuando de verdad lo que se requiere, la mayoría de las veces, es una reparación capital. El bloqueo se encarga en limitar todas nuestras necesidades institucionales”, denunció Del Pozo.

Aseguró que Diez de Octubre no se rinde: “trabajamos mucho con el Plan de la Economía, aún con esas limitaciones estamos empeñados en el desarrollo local. Si bien es una realidad objetiva que, mientras exista el bloqueo, el avance municipal va a estar limitado, nuestro gobierno y nuestros delegados se perfeccionan”.

Se potencia el llamado 1 por ciento de la contribución territorial que ha permitido a Diez de Octubre, realizar un conjunto de acciones a favor de la población: “se rehabilitó el Complejo Cultural Mónaco, el Teatro ‘Mariana Grajales’. Se han recuperado parques, centros de salud (consultorios) e instituciones deportivas”.

“Nos apoyamos en las ciencias para investigar dónde quiere la población que se ‘inyecte’ ese 1 por ciento, allí donde se supone sea más útil. Y aquí entran nuevas formas de comunicación a través del gobierno electrónico, un imperativo de nuestros tiempos, y otra manera de romper el bloqueo”, indicó.

“El área de comunicación es una dirección más dentro de los gobiernos locales. Dirección que tiene un conjunto de procesos desde el punto de vista infocomunicacional. O sea, brindar información tanto en soporte digital como escrito sobre la gestión gubernamental, principalmente, en dos direcciones: una, relacionada con el papel de la Asamblea dada la diferenciación de funciones dentro del nuevo esquema, y otra, para los consejos de la administración.

“La primera está relacionada directamente con la función del Gobierno, del delegado y del trabajo comunitario, mientras que la segunda es la encargada de ejecutar todas las demandas del pueblo, vía sus representantes en las Asambleas”, explicó el también activista del ciberespacio.

“Muchos de los planteamientos de la población que hoy se recepcionan llegan a través de nuestros sitios web o redes sociales”, porque según el entrevistado, se trata de una orientación precisa del Gobierno local, que avizora además una televisión y una radio comunitaria, tributaria de los canales provinciales pero que mantenga un alto de nivel de información a la población municipal.

“Soñamos con crear, de aquí al 2030, nuestra propia empresa de comunicación social como está establecido”.

Por una Habana que inspire

Leonel Del Pozo Dinza es un cubano sencillo, uno de tantos. A la entrevista acudió presuroso cuando se le recalcó se trataba de romper el mito de la invencibilidad del enemigo. Acá dentro, en Cuba, estamos convencidos de nuestras fortalezas, pero estas no siempre son aquilatadas en su verdadera magnitud por nuestros amigos. Por eso, para él, explicar cómo día a día la gestión del gobierno popular lo supera es un deber.

Una de las nuevas herramientas serán las investigaciones sociales “para determinar el camino hacia dónde queremos llegar”, recalca Del Pozo. Ya tienen un trecho andado de la mano de la universidad “para ir enamorando a los jóvenes a que se queden en el Gobierno, de contribuir a que un joven ingeniero piense como país, para transformarlo desde la localidad y así elevar el nivel de conocimiento de la gestión estatal”. Gracias a esa sangre fresca se ha podido calibrar mejor qué acciones acometer por el Aniversario 500 de La Habana.

“Se han ejecutado más de 20 obras en la gastronomía por la efeméride, siendo remodeladas sus unidades, las cuales ahora tienen una imagen muy diferente, más alegre. Nuestras entidades de comercio, como las bodegas también, han sido intervenidas. En Educación muchas escuelas han sido reparadas, igual ha sucedido en el sector Salud con sus dependencias en el municipio. En los llamados albergues también se han acometido acciones”.

—¿Satisfechos?

—“No, qué va, periodista. Todavía no, porque siguen persistiendo los problemas en los viales, en comunales con la higienización, a pesar de que hoy contamos con nuevos transportes, pero todavía continúan las insatisfacciones. Seguimos teniendo problemas con la basura, aunque contamos con 14 camiones nuevos, más los viejos que siguen en funcionamiento, la higiene comunal sigue siendo asignatura pendiente.

“Nos hemos propuesto ser más agresivos y creativos para erradicar las dificultades, porque nuestra Calzada de Jesús del Monte merece brillo, y si ella está limpia, nuestra Habana va a ser más feliz”.

Así me dijo este habanero mientras me regalaba una sonrisa, que se volvió carcajada cuando intenté quitarle el entusiasmo con:

—¿Y el bloqueo Leonel?

—“¿Qué pasa compañera? ¿Usted me quiere trajinar? El bloqueo por ahora no va a cambiar, y nosotros tampoco. Ellos apretarán, pero nosotros buscaremos soluciones”.

¿Y la poesía Leonel?, volví a provocarlo. Me miró de reojo y reaccionó enfático: “Ah!, claro. Lograremos restaurar la Calzada de Diez de Octubre, no lo dude”. Y confío en Leonel y “la gente de Diez de Octubre”, porque la perseverancia es nuestro monumental poema a la Revolución.